Ideología estabilizadora de ansiedad.

La verdadera situación de cambios existenciales y de conocimiento alterado  de situaciones negativas, van poco a poco consumiendo el final de un filtro de cigarrillo, se siente como la nicotina va degradando poco a poco o sentidos hasta quedar en un estado inútil.
Impotente situación en la cual un hombre no merece ser visto, atendido, querido y/o amado.
Taquicardia, palpitaciones, alteraciones alimenticias, cambios bruscos a la zona conductuales de nuestro cerebro, subrayando el estado cognoscitivo del aleteo de mariposas conductuales y fisiológicos.  Mata y saca a flor de loto toda la creatividad humana, la energía efímera del masculinísimo, y la bondad de toda criatura pura. Sin salida. Sin perdón.
Poco a poco colillas de cigarrillo envueltos en dulces hilos de humo negro, van alertando la llegada de tan preciosa decisión, o acción, o sentimiento que abarque el cambio radical de toda situación, la anhelada esperanza, él no sé qué del todo, él no sé qué del cambio, para elevar glándulas de dopamina a lo largo del cuerpo, la violencia de las sombras que van abasteciendo hasta la luz más brillante, hasta transfórmalas del tono más oscuro, más obscuro que los ojos impregnados de un búho.
Ansiedad, así la llaman, el reflejo vivo de la droga que subraya la creatividad, la fina validez de derechos a depresión, la “cruel comedia” de la situación.
Todos me miran, todos se ríen de nada sirve, solo estoy.
El Angulo depresivo de una actitud injustificada, se envuelve ATRAVEZ de malabares del sentido común, todos me miran, todos se ríen.
Sentido poético de las sandeces del pensamiento que alguna vez fue crítico, pues ahora sorpresa, es aleatorio, ansiedad la llaman, el palpitar de cada mililitro de sangre bombeada es cuantitativo, el sentir de la muerte abrazada a tu cintura en cualitativo, ansiedad la llaman, es el sulfuro de miles de sentimientos embarcados en un conjunto que redirigen a una realidad enfrentada y por enfrentar, ansiedad la llaman.

Los sentidos se agudizan, nada es como antes, ansiedad la llaman, la necesidad impalpable de realizar acciones que conllevan al desequilibrio mental de la concentración en los sentidos del humo, ansiedad la llaman, el desnudar todos los días a la humanidad que encarnada yace en la entrepierna, ansiedad la llaman, anorgasmia la llaman, pasión la llaman.
He sabido que miles de personas la experimentan, la he exhibido, la he sentido, ansiedad la llaman.
La impotencia de olvidar en la escalera todos los sueños húmedos que alguna vez tenías, el sentido común se ha ido, el palpitar se ha ido, la ira ha llegado, el deseo sin amor, el amor sin compromiso, solo libertad, vacía libertad.
Miles de fanáticos ven, miles de normales no la sienten, miles de humanos no la aprovechan, ansiedad, producto neto de varias obras de arte de varias personas extraordinarias, supieron manejarla supieron tenerla, supieron controlarla.
Ansiedad me llaman.

-          Luis,  28, abril 2017.

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