A épocas electorales, una historia personal.



Se han preguntado esa sensación de cosquilleo en las mejillas una tarde de lluvia, después de estar un rato sentado con las piernas amortiguadas.
Son las 14h30 un funcionario público prende el radio chino y barato de una esquina a escuchar música de cámara de algunos artistas extraños que nunca se escuchan.

Se han preguntado si se encontrara gente que tenga tú mismo estilo de música fuera de paradigmas comerciales y conversaciones superficiales. Al mismo tiempo el funcionario público atiende a otro señor de características aristocráticas, lleno de un sin número de individuos que lo rodean atrás de él, lo mira al funcionario, el funcionario sumiso le levanta la mirada de igual manera, el sonido de las cámaras de los celulares atrás.

-          Yo cuando sea alcalde todo tendrán espacios más grandes, acomodaré los horarios laborables, y sin embargo se tendrá una eficiencia del 300% en las oficinas públicas.

El funcionario público con melancolía agacha su mirada nuevamente y se sirve un jarro de café, mientras que el señor se aleja.

Llega una persona de una parroquia de la ciudad bella, su aspecto flaco y trabajador, marañada y despeinada, le pregunta al funcionario público, que necesita para todo, demostrando en sus ojos la ilegalidad de unos actos futuros para salvar sus tierras.

El funcionario impotente lo manda a que se haga todo lo que se diga en su informe, y en su ley.

Son las 15h12 el funcionario público expone sobre cómo deben conformarse las organizaciones según sus sentimientos.

Organiza carpetas, sale a ver la realidad, y se llena de gracia, y pensamientos de felicidad al ayudar a su gente.

Tiene familia, las que ve 8 horas al día 22 días al mes 264 días al año salvo que existan puentes para las épocas de feriado, su sueldo la gente, su sueldo la alegría, y la familia que puede tener en ese pequeño espacio.

El funcionario público lee las ultimas disposiciones de su ministerio, no hay como reír a las 10h00 ni tampoco comer pan con jamón en sus estaciones de trabajo, está totalmente prohibido conocer más de la cuenta a las personas, caso contrario se dará una sanción, dado por los artículos ni que mierda me importa.

El funcionario público comparte 15 minutos de café para saber cómo le está yendo a su familia putativa, a su compañero de trabajo, pues, esto para ser más ameno su día, saber.

El funcionario público feliz de saber que sus compañeros y sus amigos están bien, el funcionario público se acerca al marcador de huellas digitales a las 17h00, sabe que tiene que mimar a su próxima familia, y se va feliz sabiendo que va a recibir más amor.

El funcionario camina hacia su casa una tarde de lluvia buscando su calor de hogar.

El funcionario público tiene dos familias y un sin fin de historias que contar. El funcionario público, el servidor, el que sirve, la única persona que en su libertad de gestión es el que hace las cosas, el que tiene la palabra final, el funcionario, el que sirve el que llora el que sonríe, el que desespera y el que ama, en una continuidad efímera, pues sabe que en ese espacio reducido, se encuentra su segunda familia, y que pese a las leyes del culo, siempre habrá un café a las 10h00; 15h30 y al final de la jornada.

Soy escritor y funcionario público, entro a las 8h00 y salgo a las 17h00 pese a lo que me digan, soy todo lo feliz que puede ser un hombre, en un mundo como el de hoy y salgo a las 17h00.


-          Luis, 08 de febrero de 2019.

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