Al
mirarla caída en su piel blanca y como vi, que poco a poco se volvía más fría, sabía
que ya no podía hacer nada, ni mis poderes funcionaban.
Estaba
ahí, la miraba como su alma y su aliento se iba donde ese señor, ese que el
algún día apostamos por todas las almas, ahí estaba, veía como se burlaba de mí.
Toda
una vida encaminando almas a mi sitio, y la única que me importaba se estaba
yendo, que ironía.
-
Luzbel,
me voy, mi tiempo contigo ha sido maravilloso, contigo siempre me siento bien.
-
No
te vayas tu sabes que debes hacer para poder estar los dos juntos sin que nos
molesten, entre lava y azufre estaremos en la oscuridad… tu sabes que hacer.
-
Luzbel…
-
Tu
tienes ese cuchillo, tu alma nunca sintió un pecado, y si no me matas ahora, te
iras a un lugar donde yo no puedo protegerte, ni mucho menos amarte.
-
Luzbel,
te amo…
Un
sin mil de almas te llevas, y la única que me importa se va contigo, yo ya no
quiero este juego macabro, yo ya no quiero discutir ni mucho menos aplicar a la
carrera enferma que tenemos los dos, un sin número de almas te llevas al día,
junto a ellas la única que me importo.
Has
lo que quieras, yo ya no estaré ahí, para el equilibrio, consíguete otro, yo ya
no estoy…
-
Luis,
lunes 2 de enero del 2019.
Comentarios
Publicar un comentario