Pesadilla.


Funesto momento de sueños oscuros, fatídico momento de noches húmedas y silencios incómodos, pesadilla altiva, dulce pero dulce pesadilla.

Para entrar a mi casa se tiene que recorrer 20 minutos en moto, presionas un botón y la puerta del frente se abre, llegas al garaje. El sonido rechinante y a veces incomodo de mis llaves abren la puerta blanca de la lavandería, llegas, dejas las llaves en un melodio viejo que mama compró, muchos han ofrecido una fuerte suma de dinero por él, pero no nunca quiso mamá.



Dejas tus cosas en el comedor, te sirves un café, después lavas los platos y subes con tu bolso, son 14 escalones para la planta alta, al filo del último peldaño, te encuentras al frente con la biblioteca lado derecha un pequeño hall, con mi ñaña lo adaptamos, los príncipes lo llaman sala VIP, al frente y diagonal la habitación de mi hermana y mi sobrina, y un baño.

Llego, acomodo mis cosas y prendo el televisor, esos momentos incómodos y con ansias donde amas fumar, y el escalofriante ritmo cardíaco de que estas solo en la casa.

Sigues viendo cualquier cosa, lo apagas, te diriges al lado derecho del escalón, y coges un libro de literatura vieja, lo lees, te cansas y sigues, bajas de nuevo los 14 escalones atrofiando un pie con el otro y cansado, sigues bajando, al frente del ultimo escalón de bajada se encuentra la puerta de salida principal, a la izquierda tienes la sala, igual acomodada y vista por mi hermana y por mí, sales de la sala, y notas el humo negro de las bombas caídas por un conflicto bélico entre mi país y una potencia, ¿ negocios malos?.



Extraño a mi hermana, extraño a todos, así será, pienso en mi próximo escrito como será, que escribiré.

La ultima pitada, entro de nuevo con la misma rutina y subo las escaleras, corazón desierto, pensando si mis amores habrán sufrido algún dolor.

Subo los escalones nuevamente al último escalón a la derecha se encuentra mi habitación, entro y me veo agonizante, calcinado, después de la última bomba caída al patio de mi casa, entre mis dientes y mi boca sutilmente me digo.

 - has llegado, tardaste, pero estas acá viejo amigo.

Extraño a muchas personas, y muchas actitudes con ellas, Y ME LEVANTO.


-       Luis 11 de marzo del 2019.

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