Rara inversión.

En momentos desubicados puedes buscar razón baja, inconscientemente me auto-invité, un espacio de gente encantadora, caminaba, y pensaba en lo solitario y a su vez que bien acompañado te tiene el mundo, había descubierto por varias situaciones tu casa, me habían invitado por varias ocasiones a tu grupo, y no decidí al final pasando por ahí, dije bueno visitémosle 

Me saludaron muy cordialmente, tuve que pagar la cuota, pero sin embargo, interesantes tus amigos, se habría envuelto entre decenas de historias locas, tristes, soledad y amargura, como también esa chispa que te ayuda a continuar y seguir adelante.

Curiosamente me senté a conversar con una de tus amigas, la hipótesis efímera que tuve en la línea anterior de verdad era cierta, son miles y miles de historias, hasta que te vi.

Coqueta, hermosa, llevabas un vestido floreado amarillo, mientras seguía conversando tu seguías mirándome, con vergüenza y coraje pregunte tu nombre tu no lo hiciste, o talvez me mentiste, pero te observaba, me comentaste lo loco que sería si nos vamos a un lugar intimo para poder respirar y ser ella misma.

Te vi, te sentí, te comprendí, fueron 30 minutos donde tú me dijiste que ahora es momento de sacar la tristeza, y de verdad lo hiciste.

Fueron 30 minutos donde logré apreciar cada uno de tus tatuajes, y tu forma rara de pensar, solo fueron 30 minutos que tu querías que estuviera ahí.

Estas son las consecuencias de seguir un camino en donde no se tiene preocupación alguna, en donde el deseo supera a la pareja imaginaria, en donde tú vivir y bienestar es más importante que formar una familia, cuando deseas trazar el camino socialmente incorrecto, pero de cierta manera dicho camino es un más placentero, y se vive, no se sobrevive.

Pero de alguna u otra manera me sacaste toda la tristeza, y espero que estés donde estés, tengas una vida plena, mujeres como tú no existen, y a pesar de todas las adversidades que te golpeo el destino, ahí sigues con la mayor de tus sonrisas, niña rara, no te voy a olvidar.

Espero que sigas ahí, y seas feliz… te lo ganaste.

-          Luis, 27 de marzo de 2019